jueves, 7 de julio de 2011

"Apuntes para una novísima arquitectura", Fernando de León

Hace algunos años, que un mexicano publicara en España era garantía de publicación en su patria. Era EL logro, todos iban a buscar el libro de aquel que se está leyendo al otro lado del charco.

Eso era antes, hoy día las cosas no funcionan así. Prueba de ello es Apuntes para una novísima arquitectura, último libro de cuentos de Fernando de León.

Nacido en la década de los 70, el de Guadalajara es uno de los escritores cuyos intereses están claramente inclinados a la literatura fantástica y sus libros son pensados, me atrevo a decir, cartográficamente. Son el mapa que trata de abarcar un tema desde todos los ángulos posibles. Esta intención es notable en el libro publicado por Editorial Berenice.

Apuntes para una novísima arquitectura está compuesto por siete cuentos y un comentario epilogal de Francisco González Crussí. Los cuentos exponen diversas maneras de contemplar y entender el cuerpo. Vesalio en Zante y Bruma dejan ver (y verse) al lector desde los ojos de un par de médicos (Vesalio y Knox respectivamente) donde lo importante está dentro tanto de los ojos clínicos como los del voyeurista que esculca la historia. Las tribulaciones de un hombre muerto y Cuando murió el abuelo exprimen carcajadas y presenta dos puntos distintos acerca de un cuerpo muerto y la pregunta sobre el alma como un ente aparte de la materia. En Anamorfosis y La bella leprosa, Fernando de León presenta lo corpóreo del humano como el plano de un laberinto sostenido por un tipo especial de amor y repulsión: el mismo que genera arte.

El cuento Apuntes para una novísima arquitectura merece ser mencionado aparte. Onírico e intrigante, su construcción y la manera en que sumerge e involucra a Aª, a mí, a ti y (o) a él mismo es un experimento poco utilizado entre los cuentistas de su generación y hace que el texto un cierre fuerte para el libro.

En estos cuentos, el autor retoma rasgos que presentó desde La estatua sensible y Cárceles de inversión. La muerte y sus espectros, una beta humorística en su estilo y cierta afición por los laberintos imposibles regresan con más fuerza que en sus libros anteriores. Fernando de León es un escritor que cumple lo que promete, que sube su nivel con cada entrega. Eso es bueno porque entrega mejoras cada vez más notables (por ejemplo, las promesas de Apuntes para una novísima arquitectura se ven cumplidas en Historia de lo fijo y lo volátil, su libro más reciente). Sin embargo, hay algo preocupante en esas mejoras: que son eso, sólo mejoras. No hay algo novedoso entre un libro y otro y eso es problemático porque basta con leer uno, el que sea, para saber qué podemos esperar de todos los demás.

Fernando de León es un maestro dando vueltas de tuerca a sus cuentos. Espero aplique una de esas vueltas para darle un nuevo giro a los temas que conoce y explota tan bien.


De León, Fernando. Apuntes para una novísima arquitectura. España: Editorial Berenice, 2007

No hay comentarios:

Publicar un comentario